La Xunta eleva a 97,5 millones anuales el contrato por el que deriva 116.000 personas del área de Vigo a un hospital privado

La Xunta de Galicia firmó este jueves el contrato por el que deriva a unos 116.000 ciudadanos del área sanitaria de Vigo al hospital privado de Povisa. El acuerdo, con una vigencia de dos años, asciende a 195 millones de euros, es decir, 97,5 por anualidad. El anterior, firmado en 2014 por un período de 8 años con opción a dos de prórroga -como finalmente sucedió, era de 75 millones anuales. Povisa, el centro sanitario privado más grande de la comunidad, mantiene conciertos con el Servizo Galego de Saúde desde el año 2000 -gobernaba entonces el PP de Manuel Fraga Iribarne- y pertenece, desde 2022, a la multinacional francesa Vivalto Santé, que adquirió el grupo Ribera Salud, su entonces propietario.
El propio conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, anunció el pasado 12 de marzo las condiciones del contrato, pero la firma del mismo la comunicó el Gobierno gallego en la noche de este jueves. Povisa prestará así atención sanitaria a la población asignada a los centros de salud de [los concellos de] Cangas, Moaña, Baiona, Nigrán y Gondomar, además de “aquellos otros que se determinen del municipio de Vigo”. El nuevo acuerdo incluye algunas novedades, aseguran desde la consellería, entre ellas que “los abonos” de dinero público a Povisa serán “en función de los procesos realmente realizados y no per cápita, como hasta ahora”, y que existirá “una unidad de supervisión y control para el seguimiento del contrato”.
El BNG entiende que el modelo de convenios con Povisa significa avanzar en la privatización de la sanidad pública. “Cuanto más dinero le entrega el PP a las empresas privadas que se lucran con la sanidad, pero sanidad pública, peor atención a la población”, señaló su diputada Montse Prado, que considera Vigo “el ejemplo más claro y el banco de pruebas del neoliberalismo del Partido Popular”. Las polémicas se suceden en el área sanitaria y las manifestaciones ciudadanas en defensa del servicio público suelen ser multitudinarias.
Gómez Caamaño defendió el nuevo concierto e, implícitamente, admitió errores en el anterior. “El Sergas va a pagar exclusivamente por lo que se haga allí, con unas tarifas ajustadas”, argumentó este viernes, “también con el compromiso de tener un control estricto sobre toda la actividad asistencial. No es privatizar; estamos sergastizando lo que es Povisa”. Las prestaciones hospitalarias que la Consellería de Sanidade califica de “mayor complejidad” seguirán realizándose en el hospital Álvaro Cunqueiro, propiedad del Sergas. Este también ha estado en el centro del debate político, toda vez que el Consello de Contas reveló que se había construido con un sobrecoste de más de 470 millones debido a la fórmula de financiación privada elegida por Núñez Feijóo y que se apartó del proyecto original, aprobado por el bipartito de PSdeG y BNG.
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